miércoles, 2 de octubre de 2013

0 Crítica: Labyrinth


Sarah —una adolescente con una imaginación desbordante—  debe quedarse a cargo de su medio hermano Toby para cuidarlo. La chica, enfadada por tener que lidiar con el pequeño quien no deja de llorar, en un arrebato pide (casi inadvertidamente) al Rey de los Goblins,  que se lleve a su hermano. Sin prever que daría resultado y su deseo se cumpliría, a continuación el Rey se muestra ante ella diciéndole que para recuperar a su hermano cuenta con 13 horas en cuyo transcurso debe resolver su laberinto y llegar hasta su castillo, si es que quiere evitar que Toby se convierta en uno de ellos. 


Durante su aventura, el rey intentará impedir que Sarah llegue a su meta, poniéndola a prueba con juegos mentales, acertijos difíciles e innumerables trampas a lo largo del laberinto, que constantemente cambia. En tanto, durante su recorrido, irá conociendo nuevos amigos, quienes le ayudarán a lograr su objetivo.

Hoy me encuentro algo nostálgico, y no he podido evitar hacer una crítica sobre esta película que formó parte de mi infancia, aunque solo sea un año mas vieja que yo. Como sabemos, la técnica de la película se basa en el uso de marionetas para presentar a la mayoría de personajes, salvo David Bowie, el cual hace una fenomenal interpretación, y Jennifer Connelly. La película no cuenta con apenas efectos especiales, y eso es lo que le da encanto a la película. Probablemente, si en los próximos años se realizara un remake o secuela (cosa que parece estar de moda en los tiempos que corren), estoy convencido de que no tendría la misma esencia, los personajes estarían malamente diseñados por ordenador y utilizarían efectos especiales cutres, así que no me la toquen (la película, digo).

Otra cosa que me gusta mucho de la película es que está llena de canciones memorables, en su mayoría interpretadas por David Bowie, como quizá la que es la más conocida, Magic Dance, que podéis escuchar a continuación:


Sin duda para mí una de las mejores escenas. Otra canción a destacar quizá sería la canción de apertura, tema también conocido:


Y por último una de las canciones finales, llamada Within you, también interpretada por David Bowie:


Sobre los decorados puedo decir que están muy bien construidos de tal forma que puedan ser transformados varias veces durante la película, escenarios que recuerdan mucho a otra película del género, La Historia Interminable.

En cuanto a los personajes, como es sabido, son muy variados, y con personalidades muy distintas, pero son tan encantadores (sí, incluso los malos), que acabas cogiéndoles cariño a todos ellos, en especial a los que acompañan a la protagonista durante su aventura. Resumiendo, para los que hayan visto esta película durante su infancia, y para los que ya les pilló algo mayores, si queréis volver a sentiros como niños, no dudéis de ver esta película cuantas veces sean necesarias, y a los que no la hayan visto, os digo lo mismo.

Para acabar, como siempre, el trailer:

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