lunes, 25 de noviembre de 2013

2 Crítica: Dragon Ball Z: La batalla de los dioses


La historia se sitúa varios años después de la batalla con Majin Buu. Bils, el Dios de la destrucción que mantenía el equilibrio del universo, se ha despertado de un largo sueño. Al escuchar rumores sobre un saiyajin que ha vencido a Freezer, Bils parte a la búsqueda de Goku. Emocionado por el hecho de que haya aparecido un oponente tan poderoso tras tanto tiempo, Goku ignora las advertencias de Kaito y decide enfrentarse a él.

Llevaba queriendo ver esta película desde que supe que iban a estrenarla, y por fin he tenido ocasión de verla. Empieza bien, pero quizá a partir de cierto momento de la película, se vuelve un poco infantil... al menos hasta que Bils se enfurece por la razón más absurda que puedas imaginar, pese a ello la trama no está mal.

Quizá lo más destacable es que para esta OVA han decidido incorporar el efecto de animación en 3D en algunos elementos. Nunca he sido partidario del 3D y menos en esta clase de dibujos, porque no conserva el toque clásico de la serie y de películas anteriores.

Lo más interesante es que la trama se desarrolla después de los acontecimientos de la saga de Buu, por lo tanto no tiene en cuenta para nada la saga de Dragon Ball GT, que por lo visto no gustó mucho a los seguidores de la serie.

Lo cierto es que esa supuesta transformación de Goku me esperaba que fuese más impresionante, pero no difiere mucho de su estado normal, es lo que tiene cuando le dan mucho bombo a algo, y no es que me haya decepcionado, pero esperaba algo mejor, y que el combate fuese más épico, pero no se puede tener todo. Siempre nos quedará el recuerdo de las películas anteriores, mi favorita siempre será El Ataque del Dragón.

Para finalizar os dejo con el trailer en versión original. Lo cierto es que es la primera vez que veo Dragon Ball en japonés y la verdad es que no decepciona en absoluto. Pero aun así se agradece que en la versión en castellano hayan mantenido el doblaje de la serie.

0 Crítica: Sin identidad


Mientras se encuentra con su mujer de visita en Berlín, el doctor Martin Harris (Liam Neeson) sufre un accidente de tráfico y entra en un prolongado estado de coma. Cuando se despierta, comprueba alarmado que alguien ha usurpado su personalidad. Entonces emprenderá con la ayuda de una mujer (Diane Kruger) una frenética investigación para averiguar la verdad sobre lo que está sucediendo. 

Liam Neeson vuelve a sorprender en esta película cargada de acción e intriga, como ha hecho en otras películas similares como Venganza, de 2008. Aunque esta película tiene más de intriga que de acción. Liam Neeson siempre ha sido de mis actores favoritos, y últimamente demuestra que los años no le impiden hacer este tipo de películas.

La película empieza con una situación cotidiana hasta el momento en que el protagonista tiene el accidente, es entonces cuando cambia de tercio y se vuelve una situación algo más tensa, que no decae en ningún momento. También me gusta que la acción no se desarrolle en Estados Unidos, los países europeos también tienen mucho que ofrecer en este tipo de historias.

Una de las sorpresas de la película es la aparición de Bruno Ganz, quién hace un buen papel de su personaje, junto a Frank Langella.

En este caso, el director juega con la mente de los espectadores, les hace participes de la película sacando sus propias conclusiones, en cuyo caso sorprende la manera en que se desarrollan los acontecimientos y tiene un final muy sorprendente cuando descubres en realidad lo que está pasando.

Resumiendo, para los que les guste pasar un buen rato con una buena película, entonces que no duden en ver esta, os dejará pegado al asiento.

lunes, 18 de noviembre de 2013

2 Hermanos en la ficción [I]

Como dice el dicho, al final todo queda en familia, y como prueba de ello, aquí os traigo una lista de aquellos que han sido hermanos en el séptimo arte. Comenzaré con personajes de series o películas de animación que guardan este parentesco:

El primer ejemplo sería en Los Simpson, ya que cuenta con un sinfín de personajes. Veamos cuales de ellos son hermanos.

Empezando por la familia que da nombre a la serie, tenemos a Bart, Lisa y Maggie. Es interesante ver como a pesar de los años que tiene la serie se conservan igual de jóvenes que al principio.


Por otro lado tenemos a Homer, quien descubrió que tenía un hermano llamado Herbert Powell. Apareció por primera vez en el episodio Tiene derecho a permanecer muerto. Posteriormente reapareció en el episodio Hermano, ¿me prestas dos monedas?


Marge no iba a ser menos, con sus dos hermanas, Patty y Selma Bouvier.


Luego hay otros que son los llamados hermanos del crimen, y ni siquiera se llevan bien. Como el Actor Secundario Bob y su hermano Cecil Terwilliger, quien apareció en el episodio Brother from Another Series.


Luego tenemos a los hijos repipis de Ned Flanders: Rod y Todd.


Por último tenemos a las gemelas Sherry y Terry.


De Los Simpson nos pasamos a Padre de Familia, donde nos encontramos con los hijos de Peter y Lois: Chris, Meg y Stewie


Hablando de hermanos que no se llevan bien, ¿quién puede olvidarse de Mufasa y Scar? Podría decirse que su relación no terminó demasiado bien...


Tampoco se llevaban muy bien Goku y su hermano Raditz, aunque yo siempre he pensado que Raditz tenía más parecido con Vegeta que con Goku.


Tampoco tenían muy buena relación por lo que se ve...

Pero no son los únicos en el universo de Dragon Ball, ya que también tenemos a los hijos de Goku, Son Gohan y Son Goten:


Y por supuesto a los hijos de Vegeta, Trunks y Bra:


Para terminar, os dejo con los dos protagonistas de una de las películas más bonitas a la par que tristes que he visto en mi vida. Sin duda todo un ejemplo de lo que tiene que ser un hermano mayor. Se trata de Seita y Setsuko, protagonistas de La tumba de las luciérnagas, película del Studio Ghibli, dirigida por  Isao Takahata en 1988.


Con esto concluye la primera parte. Próximamente: Hermanos en la ficción [II]

lunes, 11 de noviembre de 2013

0 Crítica: Arrow


Tras cinco años atrapado en una isla y dado por muerto, el multimillonario Oliver Queen vuelve a Starling City como un hombre nuevo. Decidido a corregir los errores que cometió su padre, reclamará justicia para aquellos que han corrompido su ciudad. Pero no será fácil hacerlo con los lazos que le unen a su familia y amigos, que también esconden sorprendentes secretos. Su regreso también afecta a su mejor amigo, quien entra en una espiral de autodestrucción. Además, Oliver debe recuperar la confianza de su antigua novia, a quien traicionó cinco años atrás.

Es evidente que hoy en día hay una especie de boom de las películas de superhéroes, pero en realidad se nos presentan pocas series como esta. El argumento como veis es bien simple. Un joven multimillonario al estilo de otros como Bruce Wayne, desaparece tras un naufragio y años después vuelve a su ciudad natal para impartir justicia. Así comienza Arrow, una nueva serie sobre un justiciero sin superpoderes, ambientada en la estética de Batman y adaptada a los tiempos actuales. Ya que por lo visto el cómic se diferencia bastante de lo que es la serie, tanto en la historia como en los personajes, siguiendo la línea de Christopher Nolan en su trilogía del Caballero Oscuro.

Para ayudarnos a entender cómo fue la experiencia del protagonista durante los años que pasó en la isla y lo que le llevó a cambiar y convertirse en un justiciero, en cada capítulo nos muestran secuencias a modo de flashback de su estancia en la isla, que encajan perfectamente con el ritmo de la serie, aunque no tenga que ver con la trama principal. Pero estas secuencias hacen que los episodios no se hagan pesados y repetitivos.

Tampoco pueden faltar las tramas personales, tanto del protagonista, como de la gente que le rodea, quizá en algunos momentos se centran demasiado en eso, pero aun así los capítulos son muy amenos y la serie se ve en seguida. Cada capítulo cuenta con unos 45 minutos aproximadamente. Conforme avanza la serie, el protagonista va descubriendo cosas tanto de él mismo como de sus más allegados, por eso a lo mejor al principio el ritmo de la serie pueda ser algo lento, pero con cada capítulo se vuelve más interesante, debido a sus estupendas escenas de acción y sus giros argumentales. 

Antes de esta serie no conocía al actor que le interpreta, Stephen Amell, pero me pasa lo mismo que con Bruce Wayne o Tony Stark; es decir, no veo a otro actor para el papel. De hecho, se han hecho comentarios acerca de la incorporación del personaje en la película de La Liga de la Justicia, y sobre que sea el propio Amell quién le interprete. En mi opinión diría que es la mejor opción.

Sobre la segunda temporada debo decir que en ciertos aspectos me parece mejor que la primera, ya que el personaje sufre una evolución. Por lo demás, la serie se mantiene en la misma línea. Con la diferencia de que se atan muchos de los cabos sueltos que dejan en el aire en la primera temporada, y lo hacen de una manera muy sorprendente. Tampoco pueden faltar las peripecias del protagonista en la isla, que superan a las de la anterior temporada.

Además, lo que más llama la atención es como aparecen personajes que forman parte del entretejido universo de DC, y su relación con otras franquicias. Sobretodo guarda una gran relación con el personaje de Batman.