jueves, 25 de abril de 2013

0 Análisis: Iron Sky


Me interesé por ver esta película (aunque sabía de ella antes) tras comprobar que entre los guionistas figuraba Michael Kalesniko [guionista y director de Cómo matar al perro de tu vecino], y debo decir que no me ha defraudado; más allá, es actualmente una de mis favoritas. En esta entrada voy a explicar el por qué ante las críticas ingenuas que han salido en su contra, y voy a ofrecer una guía (creo que adecuada) para ver la película con detenimiento y comprenderla.

FICHA:
Año: 2012
Director: Timo Vuorensola
Guion: Johanna Sinisalo, Michael Kalesniko
Reparto: Julia Dietze, Christopher Kirby, Götz Otto, Tilo Prückner, Peta Sergeant, Stephanie Paul, Udo Kier, Kym Jackson, Yuki Iwamoto, George Koutros, Fang Yu, James Quinn

Sinopsis: A finales de la Segunda Guerra Mundial un grupo de científicos nazis lanzaron un cohete en dirección a la cara oculta de la Luna. Una vez allí, establecieron un campamento secreto que les permitió recomponerse y formar un nuevo ejercito. 2018 es el año que han escogido para regresar a la Tierra, con una misión muy clara: dominar, de una vez por todas, a la Humanidad. La amenaza de un posible IV Reich todavía pervive en el subconsciente colectivo, y Timo Vuorensola ha decidido convertirla en materia prima de una comedia paródica y descacharrante. Creada por el equipo que realizó "Star Wreck: In the Pirkinning". (FILMAFFINITY)



OPOSITORES:
  • Quizá la crítica más extendida que he encontrado en contra de Iron Sky sea la que la califica de "mala", o "pésima", debido a cómo está hecha (es decir, a lo estético). Esta crítica es de tal subjetivismo que parece hasta infantil. Para mí, las mejores películas han sido siempre las que no malgastan su creatividad (y la atención del público) en efectos o "quedar bien" y se centran en ofrecer una reflexión genuina; además, hay que tener en cuenta que no se trata de una superproducción, sino de una película independiente [financiada en parte por el público a través de Internet] y dentro de lo que cabe está muy bien hecha (no es, como ya ha quedado claro, un Avatar, pero consigue lo que pretende sin que parezca [excepto a ojos exquisitos y científicamente cineastas] un mal montaje).
  • La segunda crítica que he encontrado va hacia el argumento, y en general hacia un supuesto humor que no cumple su función. Así, en El País, se dice que "la fuerza de la premisa se diluye mientras se va imponiendo un registro de humor que no superaría demasiados controles de calidad". No se puede negar que los toques de humor son baratos e intuitivos, y por lo tanto no voy a hacerlo; todo lo contrario que con esa fuerza diluida que le atribuyen: la película es, desde el punto inicial hasta el final, una crítica política constante; el humor con que juegan es solo un entretenimiento superficial y puntual, que no nos debe distraer del argumento expuesto en conjunto, ya que la película (entendámoslo en conjunto) no es de humor, aunque sí nos presente un absurdo [que no hay que confundir con lo gracioso, como nos avisaba Camus].

ANÁLISIS: (puede contener spoiler)
Si atendemos a ciertas películas (podría hacer referencia a Cómo matar al perro de tu vecino [Michael Kalesniko], en este aspecto, o incluso a Canino [Giorgos Lanthimos]), nos encontramos con que el argumento importante no se muestra del todo en lo más llamativo; o por lo menos, es tácito en su mayor parte. Aunque esta película es más fluida, y tiene más detalles importantes, en conjunto rescata una temática reflexiva muy comprometida con nuestra época (desde Hitler, hasta hoy en día): ¿cuáles son los límites de (e incluso en qué consiste) el amor por la vida humana? Como bien refleja la película, los nazis en todo momento defienden un amor por la humanidad; y no es falso: ellos creían que ese modelo de humano-ario era el correcto, igual que ahora creemos en la igualdad; si experimentaban con las vidas de los "inferiores", era para mejorar las suyas (como ahora se hace en laboratorios, y muchas farmacéuticas también en el tercer mundo).
Nuestra política actual es biopolítica, es control de la vida, tal y como se entendía ya en la Alemania nazi; a uno u otro nivel, seguimos controlado, bajo una ideología concreta, la vida humana. En ese sentido la película es decisiva, ya que muestra un muy bajo contraste entre el pensamiento nazi y el occidental.

Para comprender la película hay que fijarse en puntos concretos:
  • Cómo la profesora, Renate Richter (interpretada por Julia Dietze), explica la actitud de los nazis en base al amor por la humanidad; la reacción de la misma al comprobar las consecuencias reales del nazismo (y al ver la película completa de El Gran Dictador), y cómo al final vuelve a predicar el amor por la humanidad, esta vez sin exclusiones (o, más bien, bajo un criterio de igualdad).

  • Las similitudes entre la campaña electoral estadounidense y la nazi; y, en general, las constantes similitudes entre el pensamiento político de unos y otros; que no se nos escape la referencia a la famosa escena de El Hundimiento: no es un simple elemento de humor, como podemos ver otros, sino que llega con un ambiente de crítica densa. Más adelante encontramos el culmen de la película: "El mundo está enfermo, pero nosotros somos los médicos. El mundo está anímico, pero nosotros somos la vitamina. El mundo está debilitándose, pero nosotros somos la fuerza" (discurso que me resulta extrañamente parecido al de nuestros economistas).
(Subtítulos en Youtube)

  • Aunque algunos critiquen la sustitución de los judíos por los negros, esto nos da pie a otra ejemplificación del argumento: la discriminación racial actual, que se centra en una distinción de costumbres y valores entre blancos y negros en la sociedad norteamericana (al centrarse la película en EEUU, no tiene mucho sentido recurrir al pueblo judío, si la intención es hacer una sátira actual). De nuevo, no resulta un asunto de humor, sino de dura crítica [llevada un poco al absurdo] hacia los cambios [no tan profundos como creemos] que se han conseguido desde la época nazi.
  • En cuanto a la parte final, como una guerra inevitable entre lo que se supone un "mal" y un "bien", tenemos que fijarnos en que no se trata de una concepción maniquea; ambos bandos atacan sin piedad, sin tener en consideración la vida de los civiles (y anoto, ya de paso, que me resulta curiosa la referencia al Hindenburg). El único atisbo de "bien" que vemos es el de los protagonistas, que intentan detener el enfrentamiento; ya que una vez iniciado, no hay bando bueno ni malo: todos atacan a todos, por su propio interés.


Esta película es, en definitiva, una sátira muy lúcida (aunque se malinterprete) de nuestra política actual, que creemos tan cambiada desde la época nazi.

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