lunes, 24 de marzo de 2014

0 Como medio hombre derrotó al mayor poder del siglo XVIII [III y última]

Si aún no habeis leído las primeras partes de esta curiosa historia, aqui teneis la y la


Antes de seguir, es necesario hacer un apunte sobre un conflicto que iba a envolver a las dos potencias del momento: España e Inglaterra.
Inglaterra estaba descontenta con lo que le había tocado en el pacto de Utrech.Tenía el navío de asiento y el comercio de esclavos con américa, pero aunque estaba vetado a una sola vez al año, ingleses y españoles hicieron todo lo que cabe esperar de la picaresca para realizar todo tipo de contrabando. Los ingleses querían el imperio español.

En 1731, un capitán de navío español llamado Julio Leon Fandiño capturó a un grupo de contrabandistas ingleses liderados por un pirata llamado Robert Jenkins. El primero le cortó la oreja al segundo, diciendole que si veía a su rey cerca de los dominios de España, le haría lo mismo.
Unos años más tarde, Jenkins compareció ante el parlamento, que lo usó como excusa para iniciar una nueva guerra (aunque lo cierto es que es una simple escusa que tiene como trasfondo oscuro, el propio acuerdo de venta de esclavos a América del tratado de Utrech...porque al final no fue un negocio tan redondo para los ingleses)

El plan original inglés era atacar varios puntos estratégicos de manera más o menos simultánea: Panamá, Cartagena, Lima... pero por iniciativa del comandante inglés, Edward Vernon se decidió comenzar por Cartagena. Este hombre recibiría el mando de la flota más inmensa jamás construida en la fecha de la que hablamos. 186 navíos y cerca de 30.000 hombres, así como 2600 colonos dirigidos por el hermanastro de George Washinton, Lawrence. Solo sería superada por las fuerzas del desembarco de Normandía.

Primero hizo ataques de tentativa. Rindió Portobelo (Panamá, que estaba pobremente protegida ) y probó las defensas de la Habana. Además atacó dos veces cartagena en 1740 para probar a la ciudad.
Aprovechando un momento en el que la ciudad se hallaba desguarnecida por completo (la flota franco-española establecida en los pactos de familia para proteger los territorios de ultramar se había marchado a la Habana) Vernon atacó el 15 de marzo de 1741.

La situación española no era la mejor. En primer lugar, Lezo solamente tenía seis buques de guerra en Cartagena. Y como mucho unos 3600 hombres, contando soldados de la península, criollos e indios de refuerzo. Además el mando NO estaba unificado.
Lezo no podía organizar la defensa en un primer momento como el hubiera querido. El gobernador militar de Cartagena había muerto y no había sucesor claro. El cargo había sido asumido temporalmente por el superior de Lezo: El virrey de nueva granada, Sebastián de Eslava.


Es necesario decir también un par de cosas sobre la propia Cartagena de Indias. Esta ciudad estaba defendida por el castillo de San Felipe, construido en un cerro escarpado.
Su puerto estaba vedado por los dos accesos a la bahía: Bocagrande, que tenía una especie de muro submarino construido para que los buques no pudiesen acceder a la bocana del puerto, y Bocachica, cuyo sistema de defensa consistuía en una gran cadena que cerraba el paso y que se controlaba desde dos fuertes que cerraban el paso de bocachica. En esas condiciones, con la díficil accesibilidad de la bocana del puerto, el clima , los alrededores selváticos y cenagosos y los propios fuertes la hacían una ciudad complicada de asediar.
Con los primeros ataques, Lezo ya tuvo la oportunidad de mejorar en la medida de lo posible (teniendo en cuenta las desaveniencias con Eslava...) las defensas de la ciudad, sobre todo en la distribución de cañones en los fuertes. Además, creó un sistema por el que sus cañones ganaban un gran alcance , con un retroceso menor.

Cuando apareció el gueso de la flota inglesa, todos se sorprendieron. Ellos no podían apenas dar a los fuertes, desde fuera, pero los artilleros de Lezo sí podían darles desde su posición. Desembarcaron para crear baterias de artillería en tierra y poder atacar. Lezo quería bombardearlos sin piedad, pero Eslava dijo que lo mejor sería retirarse a la ciudad y esperar refuerzos. Los ingleses interceptaban todas las comunicaciones que entraban o salían por vía marítima.

Poco tiempo después, los ingleses también consiguieron controlar el acceso a bocachica al controlar los fuertes de san José y San luis, que habían sido abandonados prácticamente por orden de Eslava.
Con esta jugada, Vernon colocó a su flota en la bahía y comenzó a disparar.
Lezó que había aprovechado sus barcos todo lo posible, usando sus propios suministros y sus hombres para defender los fuertes hizo lo impensable:
hundió sus barcos para cerrar el acceso a la bocana del puerto.

Vernon desenbarcó y se estableció en el cerro de la popa. Si caía el castillo de San Felipe, Caería Cartagena. Y en este punto Eslava le concedió el mando de la defensa a Lezo. Atacó. A pesar de los pocos hombres, rechazó los ataques ingleses. Y hundió su nave capitana, la Galicia, cuando fue capturada por los ingleses y usada para atacar por los fuertes que defendían la ciudad y el castillo de San Felipe.

La moral estaba por los suelos en el bando inglés. Ni siquiera podían enterrar a sus muertos, lo que con el tiempo propagó diversas enfermedades ,que contribuyeron a minar más el ánimo. Además, la logística inglesa era bastante deficiente.
Un día, un portugués bajo el mando de Lezo intentó desertar. En contra de las opiniones de todos, lo ejecutó y sacó el cuerpo fuera del castillo de San Felipe para que fuera visto por los ingleses. A su vez, mandó a dos hombres que se hicieron pasar por desertores. Comunicaron al comandante Vernon todos los pormenores de la defensa.
Los engañaron por completo para realizar un ataque por el acceso más angosto, por lo que fueron masacrados.
Se produjeron varios intercambios de prisioneros, útiles a ambos bandos para informarse. El 4 de mayo se fugó un prisionero español que los informó de la proximidad de un nuevo ataque inglés que nunca se llegó a producir.
El 20 mayo de 1741 los ingleses se marcharon. Vernon decía que fue para reparar sus buques y volver a pertrecharse. Lezo le dijo lo siguiente:
<<Para volver tendrá que solicitar a su rey una nueva escuadra más eficaz y numerosa.Los navíos actuales solo sirven para llevar carbón de Irlanda a Londres>>
Y Vernon se alejó de Cartagena al grito de ….god damn you, Lezo!!

Poco después, Lezo le diría a Eslava lo siguiente : <<Señor virrey, nos quedamos libres de tal inconveniencia>>
Esta frase deja marcado su carácter , sin florituras .
Los ingleses perdieron a nueve mil hombres y buena parte de su flota. Muchos buques fueron hundidos por los mismos ingleses para evitar que los españoles los tomaran.
Las bajas de Lezo se estiman actualmente en 600 hombres y sus seis barcos de línea.

Todos las piezas ya jugaban su papel. Eslava volvió a España para intentar desprestigiar a Lezo. Alegó que la brillante defensa de Cartagena había sido obra suya, y que el general había pasado toda la contienda escribiendo su diario de guerra. Esta versión fue respaldada por Carlos Desnaux, coronel de ingenieros y segundo al mando de Blas de Lezo. Eslava incluso llegó a escribir un diario de guerra propio, ensalzándose y desprestigiando al marino.

Todo esto llevó al general a una depresión, de la que no se recuperaría. Moriría el siete de septiembre, de fiebre amarilla, una de las enfermedades que el asedio trajo consigo.
Sus amigos pagaron el entierro, ya que Eslava no le pagaba su sueldo desde hacía meses. Su familia fue protegida por el obispo de la ciudad y poco después se enbarcaron a Cádiz.

En teoría (ya que no se sabe con certeza) está enterrado cerca del polvorín de la marina en Cartagena...según él para custodiar su pólvora y sus municiones. Le mandó su diario de guerra al rey Felipe, con la esperanza de contrarrestar los intentos de Eslava. Pero no fue así.
Eslava fue considerado un heroe, nombrado capitán general de los ejércitos, marqués y tiempo después fue gobernador de Navarra y creó en su zona natal muchas iglesias.
El rey desposeyó de su rango al general Lezo, solicitando su regreso a España con la máxima prioridad. Pero cuando llegó la orden ya llevaba un mes muerto.


Su última voluntad fue colocar una placa en la muralla, con la siguiente leyenda; aunque nunca sería cumplida.
<<Las murallas resistieron el embate de las fuerzas inglesas en la batalla de cartagena , en 1741, donde los ingleses fueron derrotados>>

Los ingleses determinaron no hablar nunca más del tema. Unos años antes de la batalla, se habían acuñado un montón de medallas y monedas conmemorativas para celebrar la victoria de Vernon en Cartagena. No quedan muchas, pero creo que el Museo arqueológico nacional tiene una por lo menos (Son varios modelos, en realidad, y este es uno)


Fueron enterradas y hechas desaparecer. Vernon fue tratado como un “heroe”. Vivió con comodidad y murió en 1757. Sería enterrado en Westminster con el epitafio : Tomó portobello y conquistó Cartagena hasta donde pudo. El rey inglés determinó que nunca fuese mencionado. Nunca.

Posteriormente, en 1761, El hijo mayor de Lezo fue nombrado por el rey, Marqués de Ovieco, como un reconocimiento póstumo a la labor de su padre.
En España e Inglaterra ha sido absolutamente olvidado, por unas u otras razones. No hay apenas monografías sobre él.
En Colombia, sin embargo, es considerado un heroe nacional. Tiene estatuas, calles con su nombre, barrios, avenidas, diversas monográfias especializadas .
En España, la marina le recuerda poniendole su nombre a un barco de cada clase. De hecho, en en aniversario de Trafalgar, el navío que mandó la marina fue el destructor Blas de lezo.
Además se han hecho diversos homenajes a su memoria en Puerto de Santa María (donde tiene una estatua) y en Madrid, donde tiene una avenida. 

Las consecuencias de esa batalla podrían haber sido bastante poco halagüeñas....pero Lezo usó su ingenio y Vernon se confió. Según el Arte de la guerra , de Tsun zu o el príncipe de Maquiavelo, es lo ultimo que debes hacer en batalla. Debes amoldarte a tu rival en la medida de lo posible, para mejorar tu estrategia.
Eso es lo más impresionante de Lezo y lo que hizo que su batalla quedara al nivel de las grandes batallas.
Estatua de lezo en Cartagena de Indias,
 al fondo está el castillo de San Felipe
Su estoicismo era crónico. Nunca se quejó, en cada una de las operaciones que le hicieron, a pesar de que como mucho el anestesiante podía ser un trago de ron fuerte. Su entereza y su fuerza de voluntad harían temblar a muchos de las personas de ahora.
Sus hombres le querían, le llamaban Patapalo, o Mediohombre. Es posible que no le hiciera gracia, pero su actitud lo aguantaba todo.

Y aunque suene asi de raro, casi no quedan documentos sobre él y su familia. En la guerra de la independencia se perdieron legajos del archivo de Pasajes, y en un incendio del archivo de la marina ocurrió otro tanto. Pero en el Archivo histórico nacional y el archivo general de Indias se conservan sus numerosas cartas, y lo más importante:
Su diario de guerra.

Bibliografía:
-Victoria, P. "el día que España derrotó a Inglaterra", ediciones Altera, 2005.
-Torres Fernandez, J.L., "EL TENIENTE GENERAL DE LA ARMADA, EXCMO. SR. DON BLAS DE LEZO Y OLAVARRIETA", Revista general de la marina,n 252-1, enero- febrero año 2007

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