lunes, 3 de marzo de 2014

0 Como medio hombre derrotó al mayor poder del siglo XVIII [II]

Si aún no has leído la primera parte de esta curiosa historia, aquí la tienes.
Como medio hombre derrotó al mayor poder del siglo XVIII [I]
Como medio hombre derrotó al mayor poder del siglo XVIII [III]

Habíamos dejado esta curiosa historia, cuando al joven Blas de Lezo, casi al acabar la guerra de sucesión española queda Cojo, tuerto y Manco. Ya por entonces comienza a resonar el que será su mote: Mediohombre.
En 1715, al mando de Nuestra Señora de Begoña, se dirige a reconquistar Mallorca, que se rinde sin disparar.

Una vez finalizada la guerra, se incorpora a la armada española y es destinado al caribe, como escolta de una flota de galeones.
En 1720 recibe el encargo de luchar contra la piratería en los mares del sur, por lo que se dirige a Lima.

Su aspecto mutilado le impidió tener la seguridad necesaria para acercarse a las mujeres. Aún así eso no le impidió pasar por la vicaría en 1725. Su mujer, Josefa Pacheco Venavides era hija de criollos chilenos adinerados que residían en Lima por negocios. En 1730 vuelve a España. El rey, impresionado por su labor, le nombra Jefe de escuadra. Y le encargan además un delicado asunto, que como siempre que es importante, está relacionado con el dinero.

La corona tenía depositada en el banco de San Jorge, en Génova, la nada desdeñable cantidad de dos millones de pesos en oro. Pero llegado el momento, el banco no quiso devolver el dinero. Y aunque también le dio la negativa a Lezo, a la vez mandó una comisión para negociar. La palpable inseguridad hizo que el militar amenazara con destruir la ciudad a cañonazos si no tenía el dinero en menos de veinticuatro horas. Y no contento con eso, no quiso aceptar el dinero hasta que le hubiesen rendido homenaje a la bandera española.

Esa gran victoria le será recompensada con la nueva bandera para sus escuadras, que el rey le daría: Un fondo morado con el escudo de Felipe V rodeado de los collares de las órdenes del toisón de oro y del espíritu santo, así como de cuatro anclas.
La bandera naval de Lezo


En 1732, es requerido para ir a Orán, plaza conquistada por el cardenal Cisneros y que se había unido a los Otomanos a principios del siglo XVIII.
Dirige una escuadra de cincuenta y dos navíos de línea y treinta mil hombres, logrando rendir la ciudad.
Posteriormente cuando el Buy-Hassan sitia la ciudad por tierra y aire, vuelve a Orán con una flotilla y no solo rompe el cerco, sino que persiguió a los asediantes hasta la bahía de Mostagar. A pesar de que el lugar estaba muy fortificado, destruyó la flota pirata y los dos fuertes que guarecían la zona.

No contento todavía con eso, patrulla durante varios meses la zona del estrecho de Sicilia para evitar una posible respuesta de los Turcos.

En 1734 sería nombrado Teniente General de la armada, y en 1736 comandante general de galeones.

Reside en puerto de santa maría, con su mujer y sus hijos hasta 1737, año en el que recibirá el mando de dos buques y el encargo de volver a las américas. En concreto a Cartagena de indias.


0 comentarios:

Publicar un comentario