domingo, 1 de junio de 2014

0 Novelas de Stephen King llevadas al cine [II]

Continuando con la segunda entrada en la que hablamos de adaptaciones cinematográficas de novelas de Stephen King, analizaremos las más recientes. Si os gustó la primera entrada, no podéis perderos la segunda. En nuestra página de Facebook, así como en nuestro Twitter, os formulábamos una pregunta que consistía en que nos dijerais qué tienen en común algunos de los personajes creados por Stephen King. Os animamos a que nos dejéis vuestras respuestas.

Comenzamos pues con una historia que resulta muy escalofriante cuando la admiración se convierte en obsesión. Misery, dirigida en 1990 por Rob Reiner, cuya novela se publicó en 1987, nos contaba la historia de un escritor que, para salir del estancamiento de su carrera decide matar al personaje protagonista de sus novelas, y se refugia en algún lugar de Colorado para centrarse en proyectos más serios. Una vez termina su trabajo y vuelve a su casa, sufre un accidente y es ayudado por una mujer de apariencia agradable, pero pronto descubre que la mujer está obsesionada con el personaje de Misery y le obliga a cambiar el final de su novela de tal modo que resucite al personaje.


Película de terror psicológico, que es capaz de transmitir al espectador muchas sensaciones tales como angustia, escalofríos, o impotencia con cada una de las escenas. Kathy Bates está fenomenal en su papel de perturbada mental, como la mayoría de personajes que interpreta que suelen ser más bien excéntricos. Su interpretación es sin duda el plato fuerte de la película, además consigue mantener el suspense durante toda la película y no decae en ningún momento. Todo ello se consigue simplemente con contar con dos personajes en una habitación, y dada la simpleza de la trama, el guión está muy bien adaptado, lo cual la hace una de las mejores películas de terror. Recomendable para todos los fans del género, que busquen algo más que violencia y casquerías de lo más sangrientas.

La que viene a continuación no es una película de terror, sino más bien un drama carcelario enfocado de un modo muy interesante. Publicada en 1996, su correspondiente versión cinematográfica fue dirigida por Frank Darabont en 1999 y contaba con Tom Hanks encabezando el reparto, La Milla Verde nos traslada a la época de la Depresión, donde el actor es un funcionario de prisiones encargado de vigilar la Milla Verde, que conduce a los presos condenados a la silla eléctrica, pero entonces descubre a un preso acusado de asesinato que esconde asombrosos poderes sobrenaturales.


No conocía mucho la trayectoria de Darabont antes de ver esta película, pero no es la primera vez que cuenta una historia como esta, ya que en 1994 dirigió Cadena Perpetua, también basada en un relato corto de Stephen King: Rita Hayworth y la redención de Shawshank, publicada en la colección Las cuatro estaciones, en 1982.

Pese a que la película es algo larga (180 minutos de duración), resulta muy amena. Es una historia que combina muchos géneros en uno, drama, suspense, fantasía... Todo ello en su mayoría gracias al fallecido Michael Clarke Duncan, y Tom Hanks se sale en su actuación. No es una película hecha para padecer, sino para hacerte empatizar con los personajes y emocionarte de una manera que no todas las películas consiguen hacer. Es de esas películas que realmente llegan a lo más hondo. Las actuaciones todas son formidables, incluso las de los personajes más secundarios. Y tampoco puede faltar uno de esos personajes que terminas odiando hasta la médula.

Vamos ahora con un thriller psicológico, que, sin duda es de las mejores películas que he visto: La ventana secreta. La película se basa en la novela corta Secret Window, Secret Garden, que forma parte de la colección Las cuatro después de medianoche, publicada en 1990.

Con Johnny Depp como protagonista, nos introduce en la historia de un escritor que está pasando por un mal momento en su vida y se encuentra estancado en su carrera buscando inspiración cuando recibe la visita de un misterioso personaje que le acusa de haberle plagiado uno de sus relatos.

Como es habitual, Johnny Depp interpreta a un personaje solitario, excéntrico, pero hace una buena interpretación junto a John Turturro, que es el siniestro personaje con un acento de lo más peculiar, y consigue provocar mucha inquietud. La trama está bien llevada en todo momento. No es una película de terror propiamente dicha, sino más bien viene cargada de intriga y aporta situaciones muy angustiosas. Y lo que más me gusta, cuenta con uno de esos finales que no te dejan indiferente.

La siguiente historia está basada en un relato corto del mismo nombre, que forma parte de la colección titulada Blood and Smoke, publicada en 1999. 1408, dirigida en 2007 por el sueco Mikael Håfström, y protagonizada por John Cusack, nos cuenta la historia de un escritor de novelas de terror algo escéptico que se dedica desacreditar fenómenos paranormales ocurridos en casas encantadas, pero sus ideas cambiarán cuando decida investigar la habitación 1408 del Hotel Dolphin.


Si la anterior película era angustiosa, esta se lleva la palma. Desde que el protagonista decide poner el pie en el hotel que quiere investigar, es una sucesión de acontecimientos muy extraños y realmente inquietantes, eso por no hablar de cuando entra en la habitación en cuestión, ya que el protagonista es sometido a una serie de vivencias y visiones realmente aterradoras hasta llegar a un punto en el que no sabe distinguir lo que es real de lo que no lo es, y ahí reside el encanto. Pero no hay que olvidarse de Samuel L. Jackson, que esta vez le ha tocado interpretar un papel de lo más enigmático. Sin duda es auténtico cine de terror, para los verdaderos amantes del género.

Terminamos con la guinda del pastel, segunda película de esta lista dirigida por Frank Darabont, esta vez introduciéndose en el género de terror. También basada en una novela corta homónima, publicada dentro de la antología Skeleton Crew, publicada en 1985.


La historia comienza en un pueblo estadounidense cuando estalla una misteriosa tormenta que termina de forma tan repentina como el comienzo. Entonces aparece una misteriosa niebla que se expande por todas partes atrapando a los habitantes del pueblo.

La mayoría del reparto es prácticamente desconocido quitando a Tom Jane, quién interpreta al personaje principal, lejos de ser el típico héroe de acción. El resto del reparto puede decirse que logró más popularidad al estrenarse la serie The Walking Dead, también dirigida por Darabont. 

Pues bien, la película empieza bien, con unos minutos iniciales que resultan bastante inquietantes, y desde que aparece la niebla y los habitantes del pueblo quedan atrapados en un supermercado, la trama va cogiendo más fuerza, pese a las absurdas situaciones que tienen que vivir los personajes. El guión plantea una idea muy interesante: Hace hincapié en si el verdadero mal es la niebla o lo que procede de ella, o la simple naturaleza humana, que casi acaba sirviendo más de telón de fondo que los propios bichos. Y por supuesto, también cuenta con otro personaje de esos que dices: Que alguien lo mate, por favor.

Para terminar, destaco su final, que a decir verdad es lo más absurdo que he visto en mucho tiempo, pero si lo piensas bien, tiene hasta sentido y todo. Darabont sin duda consigue sorprender con una película diferente a lo que ya había hecho con anterioridad.

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