lunes, 25 de noviembre de 2013

0 Crítica: Sin identidad


Mientras se encuentra con su mujer de visita en Berlín, el doctor Martin Harris (Liam Neeson) sufre un accidente de tráfico y entra en un prolongado estado de coma. Cuando se despierta, comprueba alarmado que alguien ha usurpado su personalidad. Entonces emprenderá con la ayuda de una mujer (Diane Kruger) una frenética investigación para averiguar la verdad sobre lo que está sucediendo. 

Liam Neeson vuelve a sorprender en esta película cargada de acción e intriga, como ha hecho en otras películas similares como Venganza, de 2008. Aunque esta película tiene más de intriga que de acción. Liam Neeson siempre ha sido de mis actores favoritos, y últimamente demuestra que los años no le impiden hacer este tipo de películas.

La película empieza con una situación cotidiana hasta el momento en que el protagonista tiene el accidente, es entonces cuando cambia de tercio y se vuelve una situación algo más tensa, que no decae en ningún momento. También me gusta que la acción no se desarrolle en Estados Unidos, los países europeos también tienen mucho que ofrecer en este tipo de historias.

Una de las sorpresas de la película es la aparición de Bruno Ganz, quién hace un buen papel de su personaje, junto a Frank Langella.

En este caso, el director juega con la mente de los espectadores, les hace participes de la película sacando sus propias conclusiones, en cuyo caso sorprende la manera en que se desarrollan los acontecimientos y tiene un final muy sorprendente cuando descubres en realidad lo que está pasando.

Resumiendo, para los que les guste pasar un buen rato con una buena película, entonces que no duden en ver esta, os dejará pegado al asiento.

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